¡Cuéntame un cuento!



Ummmm,

es que yo, los cuentos que cuento,

te cuento,

no cuentan con cuentas ni de cuento.

​

¿Y cómo se cuentan?

Bueno, te cuento…

 

Se cuentan solos. 

Así, en verdad,

contándose sin más.

Sin tantos anglicismos, mandatorios, ni el cliente detrás.

​

¿Y a quien se los cuentas?

A quien se tengan que contar.

A los que cuentan con cuentos escuchar,

sean románticos o de acción,

sólo cuentan,con que no cuentes un cuento del montón.

​

Y siempre,

al final del cuento, lo que cuenta es que cuente,

no para el de cuentas, ni el creativo, ni el cliente,

sino para el que cuentas el cuento.

Porque llegado el momento,

es él quien decidesi cuenta contigo o no te elige.